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¿ES EL APRENDIZAJE-SERVICIO UNA HERRAMIENTA DE FORMACIÓN CIUDADANA Y CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD?
INTRODUCCIÓN
La universidad está llamada a adaptarse para estar acorde al presente cultural y a los
cambios demandados por la sociedad, buscando contribuir a la transformación universitaria
y social. Esto implica asumir el aprendizaje en realidades concretas, integración entre la
teoría y práctica profesional, la interdisciplinariedad, formación en valores y el servicio
comunitario. Ya no se trata solo de aprender a conocer, sino también de aprender a hacer.
Muchas universidades están añadiendo a su currículo el aprendizaje basado en
competencias, como la motivación, habilidades prácticas, valores éticos, etc.(1). De esta
manera, la universidad está siendo vista como un espacio que nos convierte en
protagonistas de cambio en la sociedad. Una de las herramientas que se está utilizando es
el Aprendizaje-Servicio (APS), el cual agrupa a distintas competencias como el trabajo en
equipo, compromiso ético, pensamiento crítico y también un compromiso social de
cambio(2). Los objetivos del Aprendizaje-Servicio (APS) son: el desarrollo académico y de
competencias de los alumnos, dar un servicio de calidad a la comunidad respondiendo a un
sentido de compromiso social, y formar valores de acuerdo a la visión y misión de la
universidad basados en el pensamiento crítico.
DESARROLLO
El Aprendizaje-Servicio (APS) es un método educativo que une componentes académicos y prácticos del proceso de aprendizaje, con el fin de probar lo aprendido en el mundo real. De esta manera, los estudiantes entienden el proceso social de cambio, ejercen liderazgo y responsabilidad, además de fomentar la iniciativa, aumentar la autoestima y desarrollar la creatividad. Este método educativo se puede aplicar en un servicio comunitario, en la que el estudiante universitario sea capaz de organizar e interactuar junto a un socio comunitario sobre las necesidades reales que requieren un cambio, basándose en el respeto, reciprocidad y reflexión entre ambas partes (estudiante-socio comunitario)(3). De esta manera, el estudiante desarrolla responsabilidad crítica. Entonces podemos decir que el Aprendizaje-Servicio (APS) es un método educativo, mediante el cual, el estudiante universitario integra conocimientos y desarrolla pensamiento crítico a través de la prestación de un servicio, dirigido a la comunidad para suplir sus necesidades en un tiempo determinado.
Desarrollar el pensamiento crítico es un requisito para obtener un grado académico superior. Stewart y otros mencionan que "el pensamiento crítico se ha convertido en un outcome (resultado) deseado en la educación superior y forma parte de las metas educacionales, estándares de acreditación y políticas de gobierno". Por ello, al final de la formación de pregrado, se espera que los estudiantes sean capaces de formular preguntas y problemas con claridad, llegar a conclusiones y soluciones probándolas con criterios relevantes, etc (4). El pensamiento crítico y el Aprendizaje-Servicio están unidos por la responsabilidad social ya que a través del pensamiento crítico se puede contribuir a la comunidad de manera eficiente, practicando una justicia social y autonomía. El Aprendizaje-Servicio combina el servicio a la comunidad con la instrucción académica para desarrollar el pensamiento crítico y reflexivo, sin dejar de lado la responsabilidad social. Los estudiantes se comprometen a dar un servicio comunitario organizado y con el objetivo de disminuir las necesidades comunitarias. De esta forma, se desarrollan destrezas académicas, sentido de responsabilidad y compromiso con la comunidad.
La formación social o ciudadana basada en el Aprendizaje-Servicio, contribuye a desarrollar
liderazgo con sensibilidad ética y social. Además, se incorpora una actitud crítica, para estar
ligado a una responsabilidad académica, que facilite la posibilidad de transformar la realidad
social (5). El servicio comunitario en el Aprendizaje-Servicio (APS), establece una formación
ciudadana y cívica que se promueve entre sus participantes, más que con otros métodos.
Como ejemplo de Aprendizaje-Servicio (APS), tenemos a la escuela de enfermería de la
Pontificia Universidad Católica de Chile, en el curso de Solidaridad y Antropología del
cuidado, en el cual, los estudiantes se insertaron en distintas instituciones de salud para
realizar programas de atención, educación y planificación de actividades del cuidado,
dirigido a las necesidades de las personas asistidas. Esta experiencia favoreció a todos los
involucrados, incluyendo la satisfacción del docente, maduración personal y profesional de
los alumnos, y el beneficio a la comunidad (3). Está demostrado que la participación de los
estudiantes en este tipo de metodología les permitirá alcanzar altos niveles de éxito en lo
académico mientras prestan sus servicios a la comunidad y a su vez, las comunidades se
verán beneficiadas con el aminoramiento de sus necesidades. Esto ofrecerá a los
estudiantes la oportunidad de convivir con diversos participantes de la comunidad, lo que
ayudará al proceso de madurez profesional y personal.
Conclusión
El Aprendizaje-Servicio (APS) ofrece a los estudiantes una oportunidad, no solo para aplicar
conocimientos aprendidos, sino también para adquirir nuevos aprendizajes. Al reclamar los
estudiantes mayor protagonismo en la planificación, valoran su capacidad para atender a la
diversidad, analizar la realidad, adaptarse a nuevas situaciones y resolver problemas
adoptando una actitud crítica. La formación social o ciudadana propicia espacios donde se
pueden elaborar alternativas que fortalezcan: la vinculación comunidad-universidad, relación
docente-estudiante y la academia. Generando así, un espacio donde se reflexione y se cree
una conciencia crítica para impulsar procesos transformativos. Podemos concluir que el
método de Aprendizaje-Servicio incorporado a la formación de pregrado de educación
superior, genera beneficios, tanto académicos (solución de problemas), de desarrollo
personal (autoconocimiento), y curricular (mejora de actividades). Por ello, las actividades
de reflexión crítica, permiten un diálogo entre servicio y aprendizaje, con lo que los
estudiantes interiorizan las acciones que realizaron y descubren cómo se relaciona con lo
aprendido en el aula. La combinación de acción y reflexión entre el servicio y el aprendizaje,
pueden potenciar un modo de vida donde la educación y vocación sean una, y la brecha
entre la comunidad y educación se reduzca.
Bibliografía:
1. Barrios Araya S, Rubio Acuña M, Gutiérrez Núñez M, Sepúlveda Vería C. Aprendizaje-servicio como metodología para el desarrollo del pensamiento crítico en educación superior. Educ. médica super (Impresa) [Internet]. 2012 [citado el 28 de julio de 2022]. Disponible en: https://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412012000400012
2. Del Profesorado F, Completo N. Revista Electrónica Interuniversitaria de [Internet]. Redalyc.org. [citado el 28 de julio de 2022]. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/2170/217015570006.pdf
3. SERVICIO COMUNITARIO, APRENDIZAJE-SERVICIO Y FORMACIÓN SOCIAL: CLAVES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ESPACIOS TRANSFORMATIVOS UNIVERSITARIOS [Internet]. Urbe.edu. [citado el 28 de julio de 2022]. Disponible en: https://ojs.urbe.edu/index.php/redhecs/article/download/714/647?inline=1
4. REDU Vol. 16 Núm. 2 (2018) [Internet]. Upv.es. [citado el 28 de julio de 2022]. Disponible en: https://polipapers.upv.es/index.php/REDU/issue/view/874
5. Ocde O. La naturaleza del aprendizaje: Usando la investigación para inspirar la práctica. Entornos. 30 de noviembre de 2016; [citado el 28 de julio de 2022]. Disponible en: https://panorama.oei.org.ar/_dev/wp-content/uploads/2017/09/UNICEF_UNESCO_OECD_N aturaleza_Aprendizaje_.pdf
Autor
Santiago Eduardo Rivera Canchos
Lima - Perú
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