Autora.

GIANELLA MARÍA ASCA OSCCO 

Miles de estudiantes entran a la facultad de ciencias de la salud con la finalidad y el objetivo de estudiar una carrera que preserve y cuide la salud y la vida de las personas. Si bien es cierto, existe una gran variedad de universidades con mallas curriculares distintas entre ellas y con métodos distintos de impartir conocimientos a los estudiantes, sin embargo, estas tienen el objetivo común de que los alumnos logren alcanzar un aprendizaje profundo. Las carreras de ciencias de la salud enmarcan a profesiones enfocadas a un verdadero servicio por vocación dirigido principalmente al cuidado de los demás, por ello, en busca de un mayor aprendizaje es importante que el alumno no solo experimente un contacto con las personas que sufren o padecen de males al finalizar sus estudios académicos, sino que ellos logren tener un contacto temprano con su realidad existente que los rodea, no solo con la finalidad de corroborar sus conocimientos teóricos sino con objetivo de obtener habilidades y destrezas que lo ayuden y mejoren su formación profesional en la práctica, en busca de lograr un mejor cuidado de la salud de las personas.

En la práctica se analizaron y enfatizaron que el contacto temprano del estudiantes de ciencias de la salud con el paciente les brinda beneficios, por lo tanto, se busca que después de una formación básica y fundamental que pueda adquirir el estudiante, empiecen a tener experiencias y/o vivencias en sus primeros años con su realidad, por ejemplo, teniendo el contacto con enfermos en hospitales y clínicas, pudiendo observar y aprender de estas experiencias nutriendo así su formación profesional. Según Baños et al. (2011), los objetivos educativos que se busca al tener practicas precoces con su realidad sanitaria es poder conocer la realidad asistencial, establecer relaciones con el mundo que enmarca la asistencia clínica, entendiendo las características de la intervención que realizan los profesionales de la salud con la finalidad de llegar a un reflexión de la complicada relación con el paciente y así poder comprender a la persona como un ser con distintas dimensiones biológicas, psicológicas y sociales que están interrelacionadas. 

Además, el contacto temprano es relevante porque aporta a los estudiantes un mejor conocimiento para fortalecer una eficaz comunicación con el entorno social clínico, ya sea con los pacientes o familiares, pero también comprende la importancia que implica estar en contacto y trabajar juntamente con otras disciplinas, debido a que en nuestra realidad no trabajaremos individualmente sino nos complementaremos con otras profesiones, en busca de que el paciente tenga el apoyo que necesita para recuperar y mantener su salud, así como también a contribuir en la prevención comunitaria.

Nosotros como estudiantes de primer año, tuvimos la experiencia de tener un contacto temprano con una acción comunitaria educativa que buscaba promover la salud, por ejemplo, tuvimos la oportunidad de compartir e impartir talleres con los más pequeños de la comunidad buscando que creen hábitos relacionados a mejorar su salud con las practicas realizadas, enseñadas y guiadas por nosotros, esto nos mostró lo beneficioso que proporciona estas prácticas influyendo en ambas partes involucradas, primero la contribución a nuestra comunidad dirigida a mejorar y mantener su salud y segundo el efecto que causó en nosotros como estudiantes, debido a que percibimos que estas acciones aportaron a un mejor desarrollo de nuestras habilidades tanto académicas como sociales, además de lograr un aprendizaje a través del servicio complementando así capacidades entre nosotros como compañeros de distintas carreras profesionales y además para comprender lo implica, desarrolla y aporta un trabajo en equipo.

Debido a los distintos beneficios que aporta tener una experiencia temprana con nuestra realidad sanitaria es fundamental que las distintas universidades no mantengan al margen, minimicen o excluyan este enfoque, desarrollándola oportunamente y de la mejor manera posible con sus estudiantes, apoyando y facilitando concretar este contacto, por ejemplo, implementando programas de apoyo. Con esto es fundamental no solo la actividad de parte de los estudiantes sino también de los docentes que cumplen la función de ser guías y orientadores o facilitadores de información adicional a partir de sus experiencias y esto pueda ser de utilidad en el proceso de intervención con su comunidad teniendo como finalidad que los alumnos puedan absorber los conocimientos y desarrollar todas las capacidades posibles a partir de su propio descubrimiento y experiencia al estar en contacto con su entorno y esto pueda aportarle fundamentalmente aspectos positivos a su formación profesional.

El contacto temprano busca y tiene como objetivo de que el alumno logre un aprendizaje profundo a partir de su experiencia del trabajo servicio con su comunidad o realidad sanitaria en la que se encuentra su país, desarrollando y concretando todas las habilidades y capacidades que lo formaran como un profesional de ciencias de la salud eficaz que este relacionado con su realidad para ejercer su profesión con vocación y responsabilidad, con el propósito de aportar significativamente conocimientos, prácticas y enseñanzas, guiando y creando nuevos hábitos para mejorar y cuidar la salud de cada miembro de su comunidad.

BIBLIOGRAFÍA

• Baños, JE, Sentí, M., Miralles, R., & Eladi, J. (2011). Contacto temprano con la práctica médica: una experiencia piloto en estudiantes de medicina. Isciii.Es. Recuperado de https://scielo.isciii.es/pdf/edu/v14n1/original3.pdf