¿Es necesario enseñar competencias comunicativas a los estudiantes de ciencias de la salud durante el pregrado?

Autora:

Angela Tamia Remuzgo Cabezas

Introducción:

Durante el pregrado, en las facultades de medicina, los estudiantes de ciencias de la salud adquieren diversos conocimientos y habilidades útiles para su futuro desenvolvimiento profesional. Sin embargo, en ocasiones, hay ciertas habilidades que son esenciales en la práctica clínica pero que no tienen la importancia debida en el proceso formativo de estos profesionales. Tal es el caso de aquellas habilidades que se relacionan con la comunicación efectiva entre los pacientes y los profesionales de la salud. Esto ocurre a pesar de que dichas destrezas son la base de una buena relación clínica. Entonces, podemos afirmar que el aprendizaje de competencias comunicativas es fundamental durante la formación de pregrado de los profesionales de la salud. Dicha afirmación constituye la tesis del presente ensayo, la cual se defenderá en el desarrollo del mismo. En primer lugar, recordaremos algunos de los problemas de comunicación que se presentan frecuentemente en el ámbito clínico. Luego, mencionaremos algunas de las consecuencias o efectos negativos que dichos problemas pueden llegar a causar. Entonces, abordaremos las habilidades comunicativas que estos profesionales necesitan tener. Después de ello, enumeraremos algunas de las medidas que se deben tomar para solucionar dichos problemas y adquirir las habilidades mencionadas anteriormente 

Desarrollo:

La comunicación entre los profesionales de la salud y sus pacientes es sumamente importante ya que de esta depende, muchas veces, el éxito de los tratamientos y la exactitud del diagnóstico. Estos problemas se aprecian principalmente en la consulta médica. Entre los más frecuentes tenemos el interrumpir al paciente y no dejar que este exprese sus principales preocupaciones con respecto a su enfermedad o dolencia. Ello puede ocurrir cuando el profesional otorga consejos o consuelos prematuros o, por otro lado, cuando este cree que no necesita más información ya que confía en haber encontrado la respuesta al problema. Todo ello puede hacer que no se llegue a un consenso respecto a la naturaleza de la enfermedad o condición del paciente, en tal situación, el médico puede creer que se trata de algo sin mayor importancia mientras que el paciente opina que se trata de algo mucho más grave. Del mismo modo, otro problema que se presenta es la cantidad de información que brinda el médico. Esta, de ser muy poca, preocupará al paciente y lo dejará con muchas interrogantes. En cambio, si es demasiada, lo confundirá y podría llegar a asustarlo innecesariamente. También, tenemos a los problemas en cuanto al modo en el que los profesionales de la salud transmiten la información. Uno de los más habituales se da cuando el paciente no entiende el tratamiento debido a que los profesionales usan una jerga muy complicada. Finalmente, tenemos al aparente desinterés o indiferencia que los pacientes sienten por parte del profesional que los está atendiendo. Esto se ve cuando no se emplea un correcto lenguaje corporal, cuando no se brinda ningún tipo de retroalimentación o cuando se usan inadecuadamente preguntas cerradas. (1-3)

En cuanto a las consecuencias de los problemas mencionados, tenemos como problema principal las afectaciones a la salud del paciente. Estas puedes ser físicas en tanto que haya habido un tratamiento erróneo o un diagnóstico incorrecto que conllevarían a denuncias por mala praxis. En este grupo también se incluyen aquellas afectaciones que se llevan a cabo debido a que el paciente no entendió bien las instrucciones o medicación recetada. Además, existen consecuencias en el ámbito psicológico que derivan de la insatisfacción del paciente y se evidencian en el estrés, ansiedad y depresión que presenta este. También es probable que, debido a la falta de comunicación efectiva, no se pueda diagnosticar ciertos problemas psicológicos que también son una amenaza para la vida de los pacientes(1,3)

Para evitar dichas consecuencias, el médico debería desarrollar ciertas habilidades comunicativas entre la cuales tenemos primeramente a la empatía, que es esencial para entender la situación real de los pacientes. También tenemos a la escucha activa que no implica que la consulta se prolongue innecesariamente, sino simplemente saber escuchar, no interrumpir y dejar que el paciente se exprese libremente. Además, es necesario tener conocimientos en psiquiatría y desarrollar estrategias terapéuticas para poder entender y ayudar con ciertos problemas psicológicos. Lo que también es importante es mejorar las habilidades de entrevista clínica. Esto implica saber cómo recopilar datos audazmente mediante la formulación de preguntas abiertas, hacer resúmenes frecuentes para verificar la comprensión, brindar explicaciones claras, manejar temas difíciles, etc. Además, es importante ser asertivos y llegar a un acuerdo con respecto a la naturaleza de la enfermedad del paciente. (1,4,5)

Ahora bien, si hablamos del aspecto educativo, debemos reconocer que la educación médica tradicional es ineficaz en cuanto a la enseñanza de habilidades comunicativas, por eso es necesario que haya un cambio. Los médicos deben ser capaces de dominar la serie de habilidades mencionadas anteriormente, tener ciertas actitudes y comprender algunos conceptos importantes. Las habilidades que se necesitan pueden ser enseñadas mediante capacitaciones o programas altamente estructurados que se deben realizar continuamente ya que el problema está presente incluso en aquellos que ya egresaron, sin embargo, si estos programas se realizan en etapas tempranas de la formación profesional como el pregrado, se obtendrán mejores resultados. En estas capacitaciones o cursos debería evaluarse adecuadamente las habilidades específicas para verificar la consolidación del aprendizaje a través de demostraciones prácticas como juegos de roles. También es importante la revisión de videos y audios de las consultas reales para que los estudiantes evalúen críticamente si se está haciendo uso de las habilidades comunicativas que se les está enseñando. (1,4,5)

Conclusión:

La comunicación clínica tiene diversos problemas que pueden llegar a causar consecuencias graves para los profesionales de la salud y sus pacientes. Para contrarrestar ello, es necesario que los estudiantes de ciencias de la salud desarrollen desde el pregrado las habilidades comunicativas necesarias para el ámbito clínico. Esto lo realizarán a través de capacitaciones o cursos en los que se les pueda evaluar y verificar su aprendizaje.  

Referencias:

1. Simpson M, Buckman R, Stewart M, Maguire P, Lipkin M, Novack D, et al. Doctor-patient communication: the Toronto consensus statement. BMJ. 1991 Nov 30;303(6814):1385-7.
2. Braghetto M Í, Baronti C P. Relación paciente-médico: Una alianza que fomenta la calidad. Revista chilena de cirugía [Internet]. 2007 Oct 1 [cited 2022 Aug 8];59(5):385-92. Available from: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-40262007000500015#:~:text=Deterioro%20relaci%C3%B3n%20m%C3%A9dico%2Fpaciente%20%22per
3. Forguione-Pérez V. médicas uis revista de los estudiantes de medicina de la universidad industrial de santander Editorial Comunicación entre médico y paciente: más allá de una consulta, un proceso educativo [Internet]. Available from: https://www.scielo.org.co/pdf/muis/v28n1/v28n1a01.pdf
4. Tejera Concepción J. F, Iglesias León M, Cortés Cortés M, Bravo López G, Mur Villar N, , López Palacio J. V. Las habilidades comunicativas en las carreras de las Ciencias de la Salud. MediSur [Internet]. 2012;10(2):72-78. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180023438011
5. Rojas Izquierdo MM, González Escalona ME. Las habilidades comunicativas en el proceso formativo del profesional de la salud. Educación Médica Superior [Internet]. 2018 Sep 1 [cited 2022 Oct 28];32(3):236-43. Available from: https://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412018000300020