Muchas son las personas que en su etapa escolar o cuando uno esta cursando la secundaria o hasta inclusive etapas más anteriores como en primaria e inicial, se nos acostumbro a temer la evaluación respecto a un tema, esto probablemente por que esto conlleva una nota que podría ser fundamental en su nota final que determina si es que se pasa de curso o no; es este "temor" lo que se mantiene aun latiente en esta etapa universitaria, pero aun peor sería no saber que es lo que uno ha hecho mal, con preguntas como: ¿qué es lo que falle?, ¿en dónde está el error?, ¿Por qué tan baja mi nota si es que yo creo que hice bien?.

Son muchas las cosas que pasan por la cabeza de un estudiante antes, durante y después de una evaluación, varios estudiantes han mostrado su queja o su malestar con este sistema por lo que debemos formular que esa evaluación debe de ser formativa en los estudiantes, sobre todo en la universidad ya que es aquí donde se forman los futuros profesionales del país, pero como es que logramos una evaluación formativa en la universidad, bueno, una de las respuestas más eficaces sería la retroalimentación en la que un tercero brindara información constructiva sobre su desempeño con el objetivo de fortalecer su capacidad de desarrollo. Es una herramienta didáctica que se utiliza en la enseñanza y en la formación con funciones diversas (LBS Troussel, MS Manrique, 2019). En base a lo escrito anteriormente, ¿Cómo desempeñarnos de la mejor manera?, ¿Quién nos puede retroalimentar? ¿Qué hacer frente a una retroalimentación? ¿Es necesario recibir una retroalimentación ¿Cómo actuar después de haber recibido la retroalimentación?, todas estas preguntas las desarrollaremos en este breve ensayo.

Los universitarios desde el primer ciclo que llevan, se desarrollan talleres, tareas semanales y por supuesto una evaluación, sin embargo no todos hasta hoy en día no se ha recibido una retroalimentación por parte de los docentes, que claro son ellos los principales personas en realizar una retroalimentación efectiva, sin embargo no son los únicos ya que si uno busca que su aprendizaje sea lo más eficaz, debe buscar la retroalimentación por parte de otras personas tales como lo puede hacer algún compañero de una base mayor o un adulto profesional, por lo que no necesariamente las hace un docente; cabe recalcar que si uno busca una retroalimentación de sus trabajos o su evaluación, las debe enviar a tiempo o con anticipación además de que haría evidente su deseo de aprender. La información que se brinde al estudiante debe estar relacionada con la tarea solicitada y enfocada en el aprendizaje (Sylvana V., 2014). Todo esto resulta a partir del "temor" que uno siente al momento de hacer entrega de lo que se pide y se exige que se haga una retroalimentación de alguien que sea capaz, de ahí parte lo escrito anteriormente; pero que ocurre si es que alguien no se interesa en recibir una retroalimentación, con este tipo de personas la verdad es que no se puede hacer mucho ya que depende de uno mismo su aprendizaje, de aquí viene su importancia de porque debemos hacer uso, como ya dijimos, lo que se busca es reforzar ese conocimiento que uno tiene anteriormente y si es que uno refuerza ese conocimiento en base a la opinión de terceros como los docentes a cargo, pues lo que se lograría es formar buenos profesionales, sobre todo los que se enfocan en las personas como lo son las ciencias de la salud. Ahora, si es que aceptamos de manera adecuada la retroalimentación que se nos da, podemos mejorar de manera considerable, todos esos aspectos que se ve como un punto débil, se debe corregirse, de esa manera mejoramos nuestro trabajo y aunque se crea que no hay algo por mejorar, recordar que hasta el ser más ilustrado necesita retroalimentación ya que no existe una mente única y perfecta; recordemos el ciclo de Phil Race en la que la retroalimentación engloba el dirigiendo, haciendo y el queriendo, lo que importa es que el alumno aprenda, no que saca buena nota que es resultado de lo anterior, obviamente este aprendizaje debe ser impulsada por la motivaciones que uno tiene y sus metas. Para aprovechar al máximo lo que se nos puede retroalimentar, debemos de identificar y enfocarnos en las actividades que tenemos por realizar, el resultado que queremos obtener cada semana, porque todo comienza desde ya, todo lo que se debe mejorar debe ser ahora.

En conclusión, la retroalimentación es muy importante si queremos incursionar a una mejora considerable del aprendizaje, los aspectos que se nos dice por mejorar son esenciales para mejorar y claro que en desempeñarse de buena manera, es de esto que parte el éxito de muchas personas, por supuesto que de aquellos que aceptan positivamente la retroalimentación como fuente de ayuda y mejora, no servirá por ejemplo en alguien que lo toma a mal y que cree que lo hace mal y ese es su destino, ni mencionar a los que ni siquiera lo toman en cuenta ni lo ven. Para una correcta retroalimentación, seria excelente contar con la opinión de algún "experto" en el tema correspondiente que en este caso sería por parte del docente, sería excelente que la retroalimentación sea constructiva que al final debe ser así, aunque si no se cuenta con un docente se puede contar con algún otro tercero como lo puede ser un compañero de sección porque una persona en primer año de estudio ya es capaz de brindar retroalimentación y eso se ha demostrado cuando se trabaja en pares o en grupo.

Pero para que la retroalimentación sea de la más adecuada y precisa, se debe hacer con tiempo para que al analizar se vea con más exactitud que es lo que está fallando, eso demostraría que el alumno esta buscando fortalecer su aprendizaje buscando fuentes para ese propósito de convertirse en una gran persona con conocimiento y valores, recordemos el ciclo de Phil Race en la que debemos querer, hacer y dirigir, pasos que además son prácticos en un líder. Para finalizar, debemos recordar que lo más importante no es la nota que uno pueda obtener de un trabajo o evaluación, lo que realmente importa en la universidad, es que uno aprenda y tenga la capacidad de ejercer en su vida profesional y aún más en nosotros que formamos parte del área de ciencias de la salud. 

Bibliografía:

 Valdivia, S. (2014). Retroalimentación efectiva en la enseñanza universitaria. En Blanco y Negro 5.2 (2014). 

 Troussel, L. B. S., & Manrique, M. S. (2019). La retroalimentación más allá de la evolución. Revista Latinoamericana de Educación Comparada: RELEC, 9(14), 89-104.

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