¿El método de Aprendizaje Servicio fue creado de forma natural?
Autora:
Carol Nicole Zegarra Esquibel

La consciencia del orden natural de las cosas, desde tiempos inmemorables, ha sido el freno manual que ha impedido al ser humano proseguir con el ademán de divorcio de la naturaleza: manifestación secuela del sentido de su prioridad residual posterior de cada revolución. Es ello por lo que, la elocuencia del ciclo natural de la vida ocasiona que la comprensión de esta vívida limitación nos haya sido fácil de comprender. ¿Qué más podríamos concertar que fue natural de comprender? Se nos podría venir a la mente el cómo a cierto primate que nos antecede, se le ocurre enseñar la manera de dominar el fuego. Tal vez esto pueda dar a entender que, desde el principio, este tan solo trataba de establecer dominancia sobre un objeto, pero no; este, al enseñar a sus semejantes a reproducir esta acción está ayudando a la supervivencia de su especie. Entonces nos preguntamos, ¿cómo este logra que los de su clase aprendan eficazmente esta habilidad? Esta habilidad ha sido asimilada directamente por medio de un intento de aprendizaje servicio.
El aprendizaje servicio, -técnica de aprendizaje donde el aprendiz desde una etapa temprana se involucra con un otro para aplicar lo recién aprendido- va a ser sencillo de acoplar en un escenario primitivo donde el primer homo erectus, sorprendido por esta nueva habilidad, se apresurase a enseñar a sus compañeros cómo hacer el fuego. Estos, curiosos por la luz ardiente irradiada por la flama, también querrían aprender a crearla; y es en este proceso que, de a pocos, deducen las funciones que esta podía ofrecer en su realidad: primero como iluminación, luego como arma y por último como cocedor de sus alimentos. Y pues, nadie se opuso a este cambio ya que ellos entendieron esta nueva adquisición como algo que debía acoplarse por completo a sus vidas debido a la practicidad que les ofrecía, quiere decir, les creo una suerte de consciencia de cambio.
En este mismo caso, un aún más claro ejemplo de aprendizaje servicio hubiera sido que el primer primate en conseguir este conocimiento hubiese sabido desde el principio toda la información con respecto al fuego, sin embargo, lo que se quiere dar a entender es que este
primero, al hacerles experimentar este aprendizaje al resto, creó en sus allegados la necesidad de recurrir a este recurso, a pesar de la falta del conocimiento pleno de este objeto.
Con otro enfoque del tema, un ejemplo más adelante en el tiempo, puede ser el cómo Jesús antes de la última cena lavó los pies de sus discípulos; según este, lo hizo para para enseñarles el acto de servicio para con el prójimo. De esta forma, sin importar quién fueran a ayudar, ellos sabrían que su principal objetivo era servir. Esto nos recuerda la convicción con la que se realiza el método del ApS; su propósito de servir. Si aún con esta exégesis no reparamos en la familiaridad e idealidad que nos brinda este método, podemos trasladarnos a la actualidad observando niños jugando bruscamente con un muñeco de bebé. Poniéndonos en el caso de que se busque que estos sujetos aprendan a cargar a su hermanito menor, o sea tengan una motivación para empezar: invitamos a que estos aprecien la vulnerabilidad que trae consigo la condición de ser un bebé. De esta manera podremos tantear en estos un sentido de alteridad que les provoque reconocer en el muñeco un pequeño tal y como lo es él o ella. Cuestionarles si así les gustaría ser tratados. Esto con el objetivo de que trate al muñeco con delicadeza. De esta forma haremos que prolifere su capacidad de comprensión a través de un trabajo de empatía.
Esta disposición es gracias a que tenemos la capacidad de ver en el rostro del otro un pedido de ayuda (Reyes, s. f.), síntoma de la necesidad de cuidar desarrollado por nuestros ancestros y que crea en nosotros una irremediable reacción cooperativa que, como mamíferos, nos impide dejar a nuestra tribu de lado. Este sentido de cuidado es cómo nos relacionamos con el mundo con un motivo existenciario (Ramírez-Pérez et al., 2015) el cual nos crea un fértil escenario de altruismo.
Existe un fenómeno donde en distintos experimentos las personas no se sienten involucradas y no ayudan a quién necesita ayuda: se realiza un experimento social donde a un desvalido le sucede un percance y claramente necesita ayuda, pero todos le ignoran. Luego se entrevista a esta gente y se les pregunta el por qué decidieron no brindar ayuda y pues la razón en general no era porque sean malas personas, sino porque pensaban que alguien más se encargaría. Podemos concluir que esto es porque la gente no se sintió involucrada.
Algo de lo que podría jactarse el aprendizaje servicio de motivar es, justamente, la promoción de líderes que, al no ser concebidos desde una visión paternalista, se autodirigen a pesar de no tener en claro todos los conceptos puesto que intentan ejecutar sus conocimientos en busca de ayudar al necesitado. De esta forma, no daría lugar el fenómeno mencionado en antes, puesto que la constante duda de nuestras capacidades y el miedo a equivocarse por falta de conocimiento experiencial no sería algo que detuviera la necesidad de satisfacción al pedido de ayuda.
Es entonces que ambos términos se someten el uno al otro cual eslabones, es decir, una relación homóloga a la del cuidado y el cuidador (Miguel, s. f.) A los sometidos ya no lo podemos separar, pues entre ambos se van a dotar de sentido. ¿Qué nos puede enseñar esta proximidad? La reflexión dada por el aprendizaje, producto del servicio, llevará a que estos ya no se puedan separar.
Teniendo en cuenta la naturalidad con la que ha surgido este mecanismo desde un tiempo antaño es que cabe resaltar entonces, que este método no es para nada forzado, pues ha sido producto de siglos de intentos de comunicación con el otro que nos han llevado a entre tantas, encontrar una metodología que halle la forma de implicarnos unos con los nosotros. Podemos apreciar, además, que este método más que una experimentación comprobada reciente es, en realidad, consecuencia natural de siglos de intentos de enseñanza. A su vez, esta experiencia nos deja apreciar cómo este tipo de método ha sido consecuencia de la adaptación evolutiva de nuestra necesidad de convivencia.
Referencias:
Miguel. (s. f.). Diversidad Funcional, nuevo término para la lucha por la dignidad en la diversidad del ser humano | Foro de Vida Independiente y Divertad. Recuperado 29 de julio de 2022, de https://forovidaindependiente.org/diversidad-funcional-nuevo-termino-para-la-lucha-por-la-dignidad-en-la-diversidad-del-ser-humano/
Ramírez-Pérez, M., Cárdenas-Jiménez, M., Rodríguez-Jiménez, S., Ramírez-Pérez, M., Cárdenas-Jiménez, M., & Rodríguez-Jiménez, S. (2015). El Dasein de los cuidados desde la fenomenología hermenéutica de Martín Heidegger.Enfermería universitaria, 12(3), 144-151. https://doi.org/10.1016/j.reu.2015.07.003
Reyes, E. J. C. (s. f.). Levinas-1961-totalidad-e-infinito_ocr.pdf. Recuperado 29 de julio
de 2022, de https://www.academia.edu/38336644/levinas_1961_totalidad_e_infinito_ocr_pd