Introducción:

La comunicación, y en específico el desarrollo de habilidades comunicativas es importante para garantizar eficiencia en los servicios de salud. En el ámbito socio-profesional donde realizan su actividad, se presentan cada vez con más frecuencia situaciones comunicativas que hacen notorio una falta de cultura comunicacional para influir en las conductas de salud de los individuos sanos o enfermos, la familia, y la comunidad; así como para colaborar con otros especialistas en la solución de problemas profesionales (1). El desarrollo de la comunicación es indiscutible para muchas profesiones, pero quizás sea mayor para las profesiones de la salud, ya que es el instrumento indispensable para su trabajo, porque deben incursionar no sólo en el aspecto biológico del individuo, sino también en las dimensiones psicológica y social; ello les obliga a tener en cuenta, aspectos de elevado contenido afectivo y gran apertura a las necesidades del paciente; disposición para trabajar en equipo, así como transmitir experiencias y conocimientos tanto al paciente como a la familia (2). La mayoría de las quejas de los pacientes sobre los profesionales de la salud no se relacionan con problemas de competencia clínica, sino con problemas de comunicación, y la mayoría de las denuncias de mala práctica surgen de errores de comunicación (3). Los internos(estudiantes de último año) y profesionales de salud, aún muestran deficiencias en las cualidades comunicativas en el centro de salud, lo que demuestra que no han sido preparados en las habilidades comunicativas, causándoles dificultades en su desarrollo profesional y en la efectividad de los programas de salud de los que son parte. Un ejemplo del incuestionable valor de las habilidades comunicativas en la práctica sanitaria se evidencia en la consulta, la cual tiene como objetivos fundamentales: desarrollar la relación profesional de la salud-paciente, obtener información biopsicosocial del paciente y desplegar las acciones de salud que corresponden (1). Para que se cumplan estos tres objetivos, el profesional de la salud requiere de tales habilidades y para ello es necesario la formación en habilidades comunicativas desde el pregrado para establecer una adecuada relación con el paciente y asegurar la efectividad de los programas de salud.

Desarrollo:

Una adecuada comunicación ayuda a compartir el tratamiento adecuadamente y a una buena relación profesional de la salud-paciente, ya que los pacientes se benefician con una mejor comprensión de la información médica, se adaptan mejor psicológicamente, están más satisfechos con la atención, se adhieren mejor al tratamiento y confían más en los profesionales de salud (4).

Desde la formación en pregrado, es importante hacer énfasis en el proceso docente educativo, sobre la importancia de una buena comunicación del profesional de la salud con el paciente. Esta consta de tres elementos: el saber escuchar, la empatía y la aceptación de su expresión de sentimientos (2). La universidad tiene una serie de objetivos en la formación del profesional de la salud; uno de ellos, es formar profesionales convencidos de que las ciencias de la salud requieren de servicio, y para ello debe tener actitud y aptitud de servicio; además, debe atender siempre con eficacia, eficiencia y con un enfoque integral los problemas de salud más frecuentes del individuo, la familia y la sociedad (5). En la formación, el desarrollo de la comunicación profesional-paciente, no puede ser exclusiva de una asignatura, ya que es importante que todas contribuyan a su desarrollo. Una relación inadecuada puede exacerbar los mecanismos de defensa del paciente, que influyen en su proceso de recuperación, por ello se sugiere el empleo de expresiones claras, sencillas, adaptadas al nivel del paciente, para ganar su confianza y tener una adecuada relación empática (2).

Los profesionales de la salud, pueden ser más competentes y efectivos en su comunicación con el paciente si reciben entrenamiento temprano en su plan de estudios en el pregrado; ya que se ha encontrado que los estudiantes no se sienten seguros sobre sus habilidades comunicativas al no adquirir la experiencia necesaria para las intervenciones o programas de salud, lo que disminuye la satisfacción del paciente. Además, la mala formación durante la escuela de ciencias de la salud, se refleja en malos resultados en las prácticas. También se ha observado de manera preocupante que estas habilidades disminuyen a medida que se avanza en la carrera y con el tiempo los estudiantes de la salud pierden el enfoque de atención integral y empático (4).

Un profesional de la salud que no tenga formadas sus habilidades comunicativas, también tendrá dificultades en las habilidades profesionales, como las de diagnosticar, tratar y prevenir, ya que están muy relacionadas con las antes mencionadas y contribuyen a lograr calidad en la comunicación que se establece entre el profesional y el paciente (2). Para formar a los estudiantes de salud, en una comunicación profesional de la salud - paciente eficaz, se requiere sensibilización, conciencia e interés continuado por parte de los estudiantes, ya que hay situaciones especiales donde tener buenas habilidades comunicativas resulta imprescindible, como son el fin de la vida, dar malas noticias, la salud sexual y reproductiva, atención a las minorías, dolor crónico, pacientes geriátricos y atención en comunidades alejadas (4).

Conclusión:

En conclusión, dado que una buena comunicación mejora la relación profesional de la salud-paciente, es necesario formar al estudiante de ciencias de la salud en esta competencia. Como ahora sabemos, la mayoría de los inconvenientes sobre los profesionales de la salud, están relacionadas con una comunicación deficiente, no con una falta de conocimientos, por lo que establecer una adecuada comunicación con los pacientes favorece que se logren mejores resultados en los programas de salud. Las dificultades de desarrollo en estas habilidades, apuntan a la necesidad que se tome en cuenta el desarrollo de la educación que se promueve actualmente al abordar los procesos formativos de las ciencias médicas. Resulta necesario poner en marcha diferentes estrategias y acciones que permitan a los profesionales de la salud estar capacitados y ganar confianza, para poder dar respuesta a las necesidades de los pacientes desde una perspectiva integral, lo que finalmente llevará a lograr mayores índices de satisfacción del paciente y del profesional. 

Referencias Bibliográficas:

1. Miladis M, Izquierdo R, González Escalona E. Las habilidades comunicativas en el proceso formativo del profesional de la salud Communicative skills in the health professional training process [Internet]. Sld.cu. [citado el 27 de octubre de 2022]. Disponible en: https://scielo.sld.cu/pdf/ems/v32n3/a20_1511.pdf

2. Bravo López G, Ronquillo MJ, Tejera Concepción JF. Patient medical communication from the beginning of the training process [Internet]. Sld.cu. [citado el 27 de octubre de 2022]. Disponible en: https://scielo.sld.cu/pdf/mil/v48s1/1561-3046-mil-48-s1-e401.pdf

3. Simpson M, Buckman R, Stewart M, Maguire P, Lipkin M, Novack D, et al. Doctor-patient communication: the Toronto consensus statement. BMJ [Internet]. 1991;303(6814):1385-7. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1136/bmj.303.6814.1385

4. Paola Forguione-Pérez V. Comunicación entre médico y paciente: más allá de una consulta, un proceso educativo [Internet]. org.co. [citado el 27 de octubre de 2022]. Disponible en: https://www.scielo.org.co/pdf/muis/v28n1/v28n1a01.pdf

5. Lizaraso Caparó F. El acto médico, se construye desde el pregrado. Horiz méd [Internet]. 2014 [citado el 27 de octubre de 2022];14(4):4-5. Disponible en: https://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-558X2014000400001 

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